Desde hace más de una década, Moses Mawila —también conocido como Frozilla— ha sido una figura clave en la escena electrónica underground de Berlín. Como DJ, productor, curador de sellos y gestor cultural, ha cofundado LowMoneyMusicLove y lidera System Error, un proyecto que abarca múltiples sublabels y eventos. Además, trabaja como Project & Event Manager en la Clubcommission de Berlín, organizando eventos y conferencias en el ámbito de la cultura de clubes.
¿Cómo conviven las facetas de DJ/productor y coach/consultor en tu trabajo?
Siempre hay una conexión entre todo lo que hago profesionalmente, ya que en ambos casos necesito apoyarme en mi experiencia y conocimiento. También tengo que seguir aprendiendo y practicando/estudiando para mejorar con el tiempo. Todo gira en torno a la música y a compartir y crear momentos con otros o para otros. Así que definitivamente hay una conexión.
En cuanto a cómo conviven, el DJing es claramente lo más presente hoy en día, sobre todo gracias a mi residencia mensual en Renate, que ya va por su tercer año (aunque lamentablemente cerrará a fin de año). Recién empecé a producir hace unos dos años, y todavía tengo mucho por aprender, pero me encanta haber alcanzado un nivel donde puedo terminar un track en 3 o 4 horas desde mi laptop y darlo por cerrado ese mismo día. Me cuesta bastante encontrar o hacerme tiempo para eso entre el trabajo y otros proyectos, así que cuando lo logro me hace muy feliz. Ha sido un gran viaje y una bendición poder producir música como una nueva vía creativa.
El coaching no lo pude ejercer en absoluto este año debido a mi trabajo en la Clubcommission de Berlín, donde hace un año y medio soy Project & Event Manager, organizando eventos de networking, conferencias de prensa, premiaciones y otros encuentros en el contexto de la cultura de clubes de la ciudad. Ha sido un desafío porque es mi primer trabajo en relación de dependencia en casi 10 años, pero también una bendición por la gente que conocí, tanto en el equipo como en el entorno de trabajo. Poder trabajar por la cultura de club durante el día, y en favor de ella como totalidad, me parece hermoso y está muy alineado con mi motivación actual y con quién soy en este 2025.

Nos interesa mucho tu trabajo como coach y consultor. ¿Podés contarnos un poco más sobre esa experiencia y cómo acompañás a DJs, sellos o proyectos culturales?
Es algo que realmente me encanta hacer, y justo este fin de semana decidí retomarlo en una escala muy reducida, para seguir haciéndolo al margen de todo lo demás. Principalmente por el intercambio con las personas que acompaño, más que por hacerlo una nueva fuente de ingresos. Disfruto mucho compartir mi conocimiento y experiencia, así como también aprender de quienes acompaño. Es un ida y vuelta, y eso me parece muy valioso.
No soy la persona más organizada ni la más exitosa, pero siempre fui de los más organizados en mi grupo de amigos, y por eso mismo terminé metido en la música y los eventos… alguien tenía que hacerlo, me dije.
Cuando se trata de coaching o consultoría, lo más importante para mí antes de empezar a trabajar con alguien es saber si realmente hay compatibilidad. No quiero trabajar con alguien solo por dinero; necesito sentir que tengo algo para aportar que le sirva a esa persona o proyecto, y también que haya una buena onda, porque si no hay confianza, no se puede avanzar.
A partir de ahí, el proceso es muy personalizado según dónde esté la persona, con qué dificultades se enfrenta o qué quiere lograr. Yo aporto estructura, responsabilidad, y por supuesto comparto lo que aprendí en mis 14 años en la industria musical y de eventos.
En Argentina, LowMoneyMusicLove —un sello que cofundaste— tiene una fuerte presencia desde hace años. ¿En qué estado se encuentra actualmente el proyecto y cómo ha evolucionado desde 2013?
¡Qué lindo escuchar eso! ¡Ya cumplimos 12 años! A veces todavía me siento como un recién llegado a la escena, pero evidentemente ya no lo soy, jaja.
LMML fue un proyecto que empezamos como un grupo de amigos en Frankfurt y Ámsterdam: DJ Tjizza, Roderick Merckx, Alexander K. Einetter (aka Venus News Network) y yo. Mantener un proyecto conjunto durante 10 años fue un desafío enorme. Imaginate tener que ponerte de acuerdo en 4 tracks para cada lanzamiento durante una década. Tuvimos altibajos, como en toda amistad o emprendimiento, pero lo recuerdo con mucha alegría y orgullo.
Con el tiempo, todos fuimos cambiando, creciendo, nuestros gustos también se fueron afinando. Y ahí sentí cada vez más la necesidad de tener mi propio proyecto, donde pudiera editar la música que me gusta, más allá de si al resto le gustaba tanto como a mí. Alexander había fundado su sello Childhood Intelligence, y DJ Tjizza lanzó Mood Waves junto a Shaque, así que era lógico que yo también emprendiera algo propio.
Seguimos trabajando un tiempo más con LMML, pero eventualmente decidimos enfocarnos en nuestros nuevos proyectos. En el caso de Roderick, se volcó a vivir en otros países y a pinchar. Como fui el label manager de LMML durante 10 años, no me parecía correcto discontinuarlo sin más, así que desde hace dos años el proyecto está integrado dentro de System Error. Actualmente, LMML sigue funcionando como un sello independiente, pero bajo el paraguas de System Error, y desde hace medio año también sumamos algunos sublabels o series nuevas, como la serie LOVE. Eso sí, ya no estamos haciendo eventos con esa marca; ahora el enfoque está más puesto en System Error, Fresh Tunez y Futuristic Architecture.
System Error ha desarrollado una red enorme de sublabels y lanzamientos. ¿Cuál es el secreto para gestionar un catálogo tan vasto y mantener tantos proyectos activos?
Buena pregunta. Si tuviera que nombrar ingredientes clave diría: pasión, amor por la música, una gran visión, una pizca de delirio, no tener miedo al fracaso, consistencia, determinación y una buena rutina para no quemarse (o al menos recuperarse rápido del burnout). Y quizás lo más importante: contar con el apoyo de otras personas igual de apasionadas. Solo sería imposible.
Así que un gran shout out para el equipo de System Error, especialmente Yard Customer, DJ Zurückbleiben Bitte, Johanna Elias y todes lxs integrantes pasados y actuales.
Y claro, una buena organización interna y sistema para hacer seguimiento de los lanzamientos, los demos y todas las conversaciones con artistas. Hoy debo estar hablando con alrededor de 150 artistas sobre lanzamientos y feedback de demos, y con unos 50 más sobre mixes y podcasts, sin contar las gestiones de bookings para nuestros eventos y showcases.
Pero también hay una parte menos glamorosa pero igual de clave: reflexionar seguido sobre qué está funcionando y qué no, y ajustar en consecuencia. El mercado musical en nuestro nicho cambió muchísimo en los últimos 12 años. Por ejemplo, ahora estamos volviendo a editar solo en vinilo, lo que significa que sacaremos menos discos en total, pero a la vez aumentaremos nuestro catálogo digital.
La realidad es que vender discos hoy es muy difícil, y en muchos lanzamientos ni siquiera se llega a recuperar la inversión. Pero amamos lo que hacemos y hacemos lo que amamos, así que seguimos adelante.
En los últimos años, sobre todo desde la pandemia, la escena de Berlín ha pasado por muchos cambios con el cierre de clubes importantes. ¿Cómo ves el estado actual de la escena y en qué se diferencia de cuando llegaste?
Creo que Berlín, como capital cultural de clubes, está en una situación complicada. El contexto económico y político no está favoreciendo una escena vibrante, y muchos clubes están teniendo dificultades financieras. Creo que es vital que haya espacios nuevos para clubes y venues, pero no imaginaba que la evolución sería así cuando llegué.
De todas formas, creo que la escena va a resistir y adaptarse, y yo haré mi parte para apoyar ese proceso. Pero es cierto que el ánimo general está más bajo. Cuando llegué podías ir a Watergate un miércoles, a OHM un jueves, y recién ahí arrancaba el finde… claro que ahora tengo 9 años más y salgo menos, pero en general se nota que los clubes luchan incluso para llenar los fines de semana.
Suba de precios, costo de vida, gente saliendo menos y con menos plata desde la pandemia. El desastre del aeropuerto nuevo también redujo los vuelos y encareció el turismo. Muchos factores se combinan para este cambio en Berlín. Principalmente factores económicos y políticos, diría yo.
Pero no todo es negativo. Por suerte, todavía hay suficientes personas delirantes y apasionadas que abren clubes y organizan eventos incluso en este contexto.
Con otro verano europeo a la vuelta de la esquina, ¿qué proyectos o colaboraciones tenés planificados para la temporada?
Tenemos algunas cosas en proceso, pero por ahora no puedo anunciar nada.
Y siendo sincero, este verano probablemente sea uno de los más tranquilos por elección propia. Tuve muchos problemas de salud en los últimos años, y mi prioridad ahora es cuidar mi salud física y mental. Trabajar en esta industria puede ser bastante nocivo y durante mucho tiempo ignoré varias señales de alerta. Así que este verano será para priorizar mi bienestar, asegurarme de que puedo seguir haciendo esto por muchos años más. Menos estrés y más foco en la esencia de lo que queremos que sea System Error en el futuro. Más compromiso con la comunidad, proyectos con propósito, dar espacio y oportunidades a DJs y productores emergentes, todo en equilibrio con la sostenibilidad financiera. Eso es lo que más disfruto hacer, y en los últimos dos años nos alejamos un poco de ese norte, sobre todo porque yo estuve en modo supervivencia y con burnout constante. Así que sí, este año vamos a trabajar en arreglar algunos de nuestros propios System Errors.
Créditos
Fotos: Luisa Orduño Cázeres y Alisa Mullen