Este jueves 31 de julio a las 20:30, en Dune Park (Aráoz 740), VARESE abre las puertas a una listening party íntima para presentar TREGUA, su nuevo álbum. No es un show ni una fiesta, tampoco una charla: es una invitación a escuchar, sin distracciones, lo que estuvieron cocinando durante los últimos dos años. Con entrada libre y el corazón abierto, la cita promete una pausa en el ritmo porteño para entregarse al pulso de un disco pensado para sonar en colectivo.
Detrás del nombre VARESE están Manuel Tello y Gonzalo Pérez Rojas, dos productores que hace ya un tiempo vienen construyendo una identidad electrónica particular, que bebe del techno, el ambient, el pop digital y cierta nostalgia postpunk. Nacidos en Mar del Plata y afincados en Buenos Aires, ambos tienen formación musical y una sensibilidad que se nota tanto en el diseño sonoro como en las letras. Su disco anterior, UNO, dejó en claro que su búsqueda va más allá de la pista de baile. Canciones como “Ruido” o “Marcas” no solo funcionan en clubes: también resuenan en auriculares, caminatas solitarias o habitaciones oscuras. Pero TREGUA es otra cosa.

En entrevistas recientes, contaron que este nuevo trabajo nació desde la necesidad de parar. De suspender la velocidad, tomar distancia, mirar hacia adentro. “Estábamos girando mucho, haciendo fechas y sintiendo que algo no terminaba de cerrar. Había una necesidad de silencio. TREGUA nace ahí”, dijo Gonzalo en diálogo con Indie Hoy. Y Manuel agregó: “Lo pensamos como un todo, como una obra. No es una colección de temas, es un viaje”. Por eso el lanzamiento no es un posteo más en redes ni un estreno de Spotify con bombos y platillos: es una reunión. Un momento para darle tiempo al disco antes de que el algoritmo lo devore.
El evento en Dune Park es el primer paso de un plan más amplio. TREGUA estará disponible en plataformas a partir del 1° de agosto y el show en vivo será el 12 de septiembre en Niceto Club. Allí sí, con visuales, luces y el cuerpo puesto en escena. Pero este jueves se trata de otra cosa. De sentarse, cerrar los ojos y dejar que el sonido haga lo suyo.

La música de VARESE no se apura. Construye climas, mezcla pulsos electrónicos con melodías que flotan, y tiene algo que incomoda con dulzura. En sus canciones hay ecos de bandas como Moderat, referencias al techno berlinés, texturas glitch, delays que se arrastran y letras breves, casi susurros, que abren imágenes. No es dance pop ni techno funcional. Es una electrónica emocional, con cuerpo y con pausa.
TREGUA parece ser eso mismo: una pausa. Pero no para detenerse del todo, sino para mirar distinto. Para volver al movimiento desde otro lugar. Y esta escucha compartida en Dune Park es la forma más honesta de empezar a contar esa historia. Sin filtro, sin show, sin necesidad de explicarlo todo. Porque a veces, antes de bailar, hay que aprender a escuchar.